Así vivió Amazonas el terremoto de 7.5 la madrugada del 28 de noviembre. Según el Instituto
Geofísico del Perú, el epicentro se registró a 98 kilómetros al este de Santa María
de Nieva, en la provincia de Condorcanqui, una de las siete que
conforman el departamento de Amazonas en la zona nororiental del país.
De inmediato el gobierno se trasladó a la zona
afectada para evaluar sus consecuencias y disponer inmediato apoyo a las familias
afectadas.
Como lo señala El Diario La República, “Hasta el
momento se han reportado 16 establecimientos de salud que han sido afectados.
Uno de ellos está completamente inoperativo, está cerca a Chachapoyas. El
establecimiento ha sufrido un colapso total de su infraestructura”, dijo
Tarazona a Latina.
Estemos listos, porque Lima espera un terremoto de 8.6 como
lo señala la crónica publicada por Agencia Andina (@Agencia_Andina)
LIMA EN ALTO RIESGO: SOPORTARÍA SISMO DE MAGNITUD SUPERIOR A 8.5,
SEGUIDO DE TSUNAMI
Tras terremoto de 1746 mantiene
silencio sísmico y registra una acumulación de energía, advierte el IGP
El 28 de octubre de 1746 un terremoto azotó Lima y
Callao; 274 años después, el Perú no cuenta con una sólida cultura de
prevención para hacerle frente a estos peligros naturales. Foto:
ANDINA/Difusión
22:38 |
Lima, oct. 28.
Tras el terremoto de 1746, las zonas de contacto de
las placas tectónicas en la región central del Perú estarían acumulado una gran
cantidad de energía sísmica que podría ocasionar, en un futuro, que Lima y el
Callao soporten un sismo de magnitud superior a 8.5 seguido de un tsunami,
según estudios del Instituto Geofísico del Perú (IGP).
El presidente ejecutivo del IGP, Hernando Tavera,
explicó que Lima se encuentra en alto riesgo, mantiene
un silencio sísmico y registra una acumulación de energía que arrastra desde
hace 274 años.
“Frente a la costa central del país se viene
acumulando tal cantidad de energía que al liberarse podría dar origen a un
evento sísmico de gran magnitud que, además de generar altos niveles de
sacudimiento del suelo, también dará origen a un importante tsunami”,
advirtió.
Destacó que el IGP cumple su labor frente a la
sociedad, ya que se encarga de monitorear la actividad sísmica en el país, por
medio del Centro
Sismológico Nacional (Censis).
Asimismo, junto al Instituto Nacional de Defensa
Civil (Indeci) se administrará el nuevo Sistema de Alerta Sísmica peruano
(SASPe), proyecto que cuenta con el apoyo del Ministerio de Economía y Finanzas
(MEF) y hace uso del avance logrado en el conocimiento científico, las
comunicaciones y el desarrollo tecnológico. Sin embargo, estos avances
tendrían que ir de la mano de la mejora en la cultura de prevención.
Sismo y desastre
"La clave para minimizar el impacto de un fenómeno natural en una sociedad es prevenir para mitigar los riesgos que implica vivir en una zona altamente sísmica. Las personas tienen que entender que los desastres no son naturales, el sismo es un peligro natural y el desastre lo construye el hombre a través del tiempo”, explicó.
El terremoto de aquel fatídico 28 de octubre de
1746 sorprendió a los limeños a las 22:30 horas, que se disponían a descansar o
se encontraban cenando. El movimiento telúrico fue intenso y, al parecer,
alcanzó niveles muy altos de sacudimiento: cuatro minutos fueron
suficientes para que la capital quedara en escombros, así como
personas perdidas deambulando por las calles.
Además, la historia cuenta que varias personas
buscaban refugio en el Callao cuando, después de 30 minutos de ocurrido el
terremoto, fueron sorprendidos otra vez, pero ahora por grandes olas que
arrasaron todo a su paso.
Cifras alarmantes
El impacto de este terremoto se reflejó en cifras
preocupantes. No solo afectó Lima y Callao, sino también a Chancay,
Huaura, Barranca, Pativilca y Piura, por el norte; así como Cañete, Ica,
Arequipa y Tacna, por el sur. El 10 % de los 60,000 habitantes de Lima
perdió la vida y de las 3,000 casas distribuidas en 125 manzanas, solo 25
quedaron en pie.
El caso del Callao fue más trágico: de 5,000
habitantes, solo 200 habrían quedado con vida. Los relatos escritos aseguraban
que el pánico se había apoderado de los pobladores debido a la desinformación,
el hambre y las epidemias que comenzaron a surgir.
UNI: conoce los lugares más vulnerables de Lima frente a un sismo
El 80% de casas en Lima son producto de la
autoconstrucción y eso incrementa su riesgo
ANDINA/Juan Carlos Guzmán
ANDINA/Juan Carlos Guzmán
06:31 | Lima, nov. 28.
Las construcciones en Lima tienen mayor o menor vulnerabilidad ante los sismos, como el registrado esta madrugada, debido al suelo donde se ubican, pero sobre todo a cómo fueron edificadas, advirtió Carlos Zavala, director general del Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (CISMID) de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Vea aquí la galería fotográfica
“Las zonas que tienen mayor riesgo son las que
tienen suelo flexible: Villa El Salvador, las playas del sur, como San Bartolo,
entre otras. Por el norte tenemos Ventanilla, Comas, Independencia y San Juan
de Lurigancho, especialmente las zonas ubicadas en las colinas, donde las
viviendas son muy vulnerables”, detalló en entrevista con la agencia Andina.
Son frágiles, sostuvo, porque han sido autoconstruidas con materiales no apropiados para darle sostenibilidad, seguridad y flexibilidad frente a un sismo.
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hacer antes, durante y después de un sismo
“Utilizan ladrillos tubulares, que no son aptos para construir paredes portantes, de acuerdo con la normatividad vigente. En el Perú la gente autoconstruye con el material más barato. No saben que por carga de gravedad pueden funcionar, pero cuando venga la carga de un sismo fuerte no van a resistir y perderán su inversión”.
El experto dejó en claro que una construcción con
ladrillos tubulares resiste 50% menos que otra edificación con ladrillos de
fábrica e incluso los de tipo sólido artesanal.
Ni siquiera es un tema de costos notable, agregó,
porque la diferencia entre el ladrillo tubular y el artesanal es menor al 30%
del costo.
“Es básicamente porque los engañan, les ofrecen ese
ladrillo que lamentablemente es una inversión desperdiciada porque tras un
sismo fuerte no van a poder reparar la casa, porque será muy caro hacerlo. En
muchos casos habrá que demolerla”, alertó.
El doctor en ingeniería indicó que la autoconstrucción es un problema antiguo. “Si hablamos de Lima solo el 20% de vivienda construidas han pasado por una inspección del municipio, han tenido planos y un arquitecto. El 80% no ha tenido nada de esto”.
Lomo de Corvina
El ingeniero Zavala manifestó que los suelos
flexibles, como los de zonas aledañas al río Rímac, el Callao, Ancón entre
otros, no son ideales para construir. Son suelos arenosos, con una napa
freática inestable debido a que el agua subterránea está muy próxima.
Desaconsejó construir en la zona conocida como Lomo
de Corvina por el mismo motivo.
Recordó que, en Pisco, frente a la playa Hawai
había un acantilado que se hundió tres metros tras el terremoto del año 2007.
Lo mismo ocurrió en la zona de Tambo de Mora. Lo mismo podría pasar en Lurín
donde humedales muy cerca y otras zonas llenas de arenales o suelos inestables.
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En la falda de los cerros, dijo hay una
amplificación sísmica, dependiendo del tipo de suelo que se tenga. Si es suelo
arenoso habrá amplificación. En un cerro granoso, habrá menos amplificación con
cierta disipación de energía.
“Los municipios son los que tienen que gestar el
riesgo de desastres. Deben buscar las zonas donde reubicar a las personas. A
los invasores solo queda a sacarlos”, anotó.
Consejos ante el sismo
El experto de la UNI ofreció diversos consejos
respecto a lo que se debe hacer en caso de un sismo de acuerdo con el tipo de
casa que se habita.
“Si se vive en una casa que fue construida sin ningún asesoramiento técnico y que es informal, lo primero que tengo que hacer es planificar mi ruta de escape y ver por donde voy a salir. Todos sus ocupantes deben salir porque nadie sabe lo que va a pasar con esa construcción. Tú sales con tu mochila y te pones a buen recaudo en alguna zona de seguridad cerca a tu casa”, detalló.
Ahora, si la casa en que vives fue hecha por un ingeniero o un familiar ingeniero le hizo los planos, se hizo poco a poco entonces será más difícil que esta se caiga.
“En ese caso, no debes bajar las escaleras, sino
buscar la caja cercana a la escalera y esperar allí a que pase el temblor.
Buscar la columna más grande y gruesa de la casa y esperar en ese lugar a que
pase el sismo”.
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Si se vive en una casa de abobe, advirtió que el comportamiento de la edificación será incierto por lo que aconseja salir inmediatamente, porque por lo general siempre colapsa.
Con relación a las casas prefabricada de madera,
dependerá mucho de cómo estén los pilares.
“Si están cada 60 centímetros no le va a pasar
nada, porque van a estar livianos. Lo único que habría que ver es sobre
qué está puesta. Si está puesta sobre pilca
(piedras acumuladas para alcanzar un nivel) no es una vivienda segura. Pero
esto cambia si está ubicada sobre el propio terreno, que ha sido nivelado
previamente”.
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Finalmente, para quienes están interesados en
comprar un departamento, recomendó fijarse en los muros estructurales, que son
los que van a soportar el sismo. “Su espesor debería ser superior a los 12
centímetros si se trata de un edificio de más de 10 pisos. Para un edificio de
ese tamaño deberían tener también columna de 60 por 60 a más”.
Sugirió además pedir el plano de estructuras y observar los parámetros de sismo, observando cuál es la deformación máxima que va a tener el edificio ante un movimiento telúrico y compararlo con lo que pide la norma técnica para el tamaño de edificación y sobre todo su altura.
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