El Congreso es solo un pequeño
ejemplo de la lacra que gobierna este país, casi todos los políticos que
manipulan el poder del Estado manifiestan conductas aberrantes, completamente
ajenas y opuestas a los verdaderos fines por los cuales fueron elegidos. Pero
tampoco hay que ser cínicos porque ellos son además un reflejo de nuestra
decadente percepción de nación. Todos en parte somos responsables de esta
vergüenza, si queremos verdaderamente mejorar este país debemos de dejar a un
lado nuestros mezquinos intereses personales, instruirnos cada ves mas,
aprender a informarnos: contrastar opiniones, investigar, ser mas agudos en
nuestras reflexiones; no ser ingenuos y pensar que cada nuevo
"mesías" que aparezca nos va a solucionar todos los problemas del
país. ANONIMO