El mejor discurso de un niño sobre la corrupción
Contraloría: Perú pierde anualmente S/ 23 000 millones
por corrupción e inconducta funcional. Pero no se trata de casos aislados, sino de una corrupción que ha penetrado
a todo el sistema.
Las municipalidades, por poner un ejemplo,
son las instituciones en donde la corrupción son el pan de cada día.
Por ende, por la profundidad reflexiva de
su contenido adjuntamos el discurso de un niño sobre la corrupción.
Todos los días somos testigos de diferentes nuevos
casos de corrupción. Pero las autoridades llamadas a enfrentarla a veces callan.
No quieren hablar por obvias razones.
Por ello, cuando la duda cala hondo, cuando los políticos no conocen el camino,
cuando la inteligencia se embarra con el silencio, el pueblo tiene que
pronunciarse como lo viene haciendo.
La consigna debe ser ¡Que decida el
pueblo! ¡Que su voz resuene en la hora oscura, que se pronuncie y condene el
oprobio!
Solo mediante este mecanismo vengara el silencio
cómplice de los que hoy callan ante el atropello. Y así defenderán con dignidad
los que los políticos no han sabido valorar. El resultado victoria completa.
No cabe ninguna duda que hay silencios oportunos, necesarios y recomendables.
Pero también hay silencios cómplices y silencios de temor.
Lamentablemente hasta ahora no hemos leído comunicado o carta de autoridad
alguna arrepintiéndose de sus inaptitudes, de sus actos autoritarios de su
alianza con la mafia. Tampoco respuestas a las presuntas irregularidades detectadas
en el manejo de los fondos.
La institución no es un feudo. Las autoridades han sido elegidas para que nos
representen. Pero para que tengan la autoridad moral suficiente, tienen que
sintonizar con los vecinos.
Ni enemigos, ni soplones, solo identificados con sus distrito que es mío,
suyo y de todos.
Ni enemigos, ni soplones, solo identificados con Carabayllo que es mío,
suyo y de todos.
SI ALGO HAY QUE COMBATIR, ES LA CORRUPCION, LA POBREZA DE NUESTRO PUEBLO