En la historia del mundo, las mujeres siempre han destacado por su protagonismo demostrando que es posible sobresalir en un mundo liderado por hombres, logrando trascender más allá del contexto que les tocó vivir marcando un antes y un después, combatiendo diariamente por sacar adelante a su familia muchas veces en la más absoluta precariedad económica, pero siempre dispuestas a no desmayar en su esfuerzo de lograr el bienestar de todos.
Un caso concreto es nuestra compatriota Isabel Cortez, una barrendera contra la corrupción.
veamos ¿Cuál es su granito de arena
en un mundo liderado por hombres?
a continuación, adjuntamos una nota publicada por LOÏC RAMIREZ y
que republicamos por su contenido reflexivo:
ISABEL CORTEZ, UNA BARRENDERA CONTRA LA
CORRUPCIÓN
«Podemos hacer la entrevista después de las cuatro
saliendo de la chamba», dice el mensaje en whatsapp. en la foto de perfil, una
mujer vestida con un uniforme naranja fluorescente nos confirma que nuestra
interlocutora es la persona de la que nos hablaron. Isabel Cortez fue candidata
al congreso en la coalición de izquierda juntos por el Perú (jp) por la
circunscripción de la ciudad de lima en las elecciones de diputados de enero
2020 y es trabajadora de la limpieza pública.
«uno de nuestros lemas de campaña era ‘barrer con
la corrupción’», cuenta orgullosa la empleada al recibirnos en las oficinas de
su sindicato. aunque se haya convertido en una figura política local muy
solicitada, sigue ocupando el mismo puesto de trabajo (o chamba, en Perú) que
la hizo famosa. «cuando en los debates preguntaban si había que bajar el sueldo
a los diputados siempre contestaba que sí, pues seguía siendo más de lo que
gano yo ahora», explica con una sonrisa esta mujer de 51 años mientras nos
ofrece un refresco. en las paredes del cuarto, carteles con su cara recuerdan
la reciente campaña que entusiasmó tanto a sus compañeras de trabajo como a las
personas militantes de la formación política.
«Isabel obtuvo 24.413 votos, la quinta candidata
más votada del partido», afirma con seriedad Raúl Oviedo Camacho, secretario
general de SITOBUR, el sindicato de obreros de la empresa innova ambiental de Lima,
en el que milita Isabel. Para poder acceder al congreso, un partido tiene que
conseguir como mínimo el cinco por ciento de los votos en el ámbito nacional.
en el caso de juntos por el Perú, la formación obtuvo el 4,80 por ciento por
ciento. «“no pasó la valla”, como decimos aquí», explica Raúl, «pero, a pesar
de no haber ganado, la candidatura de nuestra compañera difundió la problemática
de los trabajadores y elevó la conciencia política de las masas «. más de
24.000 votos no es poca cosa, sobre todo en el contexto en el que se presentó
la candidatura de Isabel. desde hace varios años, los escándalos políticos y
judiciales han agudizado el descontento de la ciudadanía respecto a sus
representantes. Perú cuenta actualmente con cinco de sus últimos presidentes
investigados por corrupción, encarcelados por crimen contra los derechos
humanos o incluso prófugos de la justicia. electo en 2016, el antiguo
presidente pablo Kuczynski tuvo que dimitir a los dos años por sospechas de
corrupción en el caso de la empresa brasileña Odebrecht. convocadas de manera
excepcional por el presidente interino martín Vizcarra (antiguo vicepresidente
del Kuczynski), las elecciones congresales de este año estuvieron marcadas por
un fuerte desinterés y rechazo hacia las clases políticas tradicionales.
Isabel empezó a trabajar como agente de la limpieza
pública en 2004. dicho servicio es, desde 1995, prestado por la empresa privada
vega UPACA S.A. relima (que más tarde se convertirá en innova ambiental s.a.),
a la que recurre la alcaldía. «había muchos abusos contra los trabajadores, te
botaban si salías embarazada o si te veían comiendo algo en la calle durante tu
turno», recuerda la empleada. en 2005, el entonces alcalde de lima renovó el
contrato de la empresa por varios años y esta duplicó las horas de servicio.
desgastadas por semejantes condiciones laborales, las trabajadores y
trabajadores deciden formar un sindicato. en 2006 nace SITOBUR. «en respuesta,
se empezó a despedir por vencimiento de contrato», comenta Raúl. «por ley, todo
trabajador que cumpla cinco años de servicio en una empresa pasa a ser
regularizado con contratación indefinida. en el caso de Isabel, la compañera es
despedida en 2009, pocos meses antes de cumplir los cinco años». decidida a
retomar su puesto, Isabel protesta y consigue ser de nuevo contratada 22 días
después de su despido. «ahí entonces es cuando se une a nosotros en el
sindicato», concluye el sindicalista.
cartel
electoral de Isabel Cortez.
a partir de aquel episodio, Isabel Cortez se
destacó rápidamente como militante sindical. encargada de dirigir actividades
con la finalidad de recoger fondos, organiza sorteos y canastas navideñas y,
fruto de tantos esfuerzos, es nombrada secretaria de organización en 2015.
«siempre estábamos en la calle, manifestando por una cosa u otra y apoyando
huelgas», recuerda con una sonrisa la excandidata. acaba siendo conocida por
los partidos de izquierda. juntos por el Perú es una formación política fundada
en 2017 y conformada por socialdemócratas del partido humanista, por
integrantes de los dos partidos comunistas del país y por organizaciones
sociales. «al principio pensé que unirme a un partido iba a traerme rechazos»,
recuerda Isabel, consciente de la oposición casi unánime de la población
peruana hacia la clase política. «pero finalmente fui muy bien recibida en
todas partes, me decían ‘tú eres la verdadera trabajadora’ y cosas como ‘no te
olvides de nosotros cuando llegues al congreso ‘. Muy activa en las redes
sociales, la sindicalista se sorprendió por su nueva fama y la avalancha de
seguidores que esta le ofreció. «en septiembre de 2019 tenía como 400
seguidores en Twitter, ¡ahora más de 4.900!», exclama. y sigue sumando. sus
numerosas publicaciones en Facebook en torno a su militancia y sus mensajes a
favor del reconocimiento del trabajo realizado por ella y sus compañeras se
llenan de comentarios de apoyo y de mensajes de solidaridad : «una queda
emocionada, durante la campaña a veces me recibían con aplausos en los mercados
o me ofrecían de beber, la verdad no pensaba que tanta gente iba a votar por
mí».
pero no todo fue camino de rosas para esta madre
soltera de tres hijos. su notoriedad como luchadora no solo había sido
percibida por sus amistades. durante mucho tiempo, fue acosada por sus
superiores debido a su protagonismo en las huelgas de las trabajadoras de la
limpieza. «los inspectores de barrido me vigilaban, hacían fotos de cualquier cosa,
cualquier basura en el suelo para sancionarme, convocarme a consejos
disciplinarios», cuenta. a eso se le sumaba las represiones durante las
protestas. gases lacrimógenos, tanques de agua; las fuerzas policiales no
dudaban en emplear los métodos más brutales contra las huelguistas. «la campaña
fue también un reto -asegura Isabel- tuve incluso que pedir vacaciones y
permisos sin sueldo para poder llevarla a cabo». lejos de poder disfrutar de
los enormes recursos que disponían algunos políticos pertenecientes a grandes
formaciones políticas, la sindicalista tuvo que contar únicamente con el ayuda
de sus camaradas y con su propia perseverancia. «yo no sabía hablar frente a
las cámaras, me asustaba. una vez me quedé sin poder decir nada, no sabía qué
contestar. las compañeras tuvieron que animarme para que volviera a hacerlo».,
recuerda.
poco acostumbrada a hablar en público, Isabel
practicó. mientras barría las calles, repetía sus intervenciones, hablaba sola
en voz alta. lo hacía también durante sus largas caminatas a través de las
calles para ir a repartir los folletos de su candidatura o para asistir a las
reuniones y encuentros. «no tenía tiempo ni para comer y siempre volvía muy
tarde a casa». de semejante experiencia, Isabel acabó convencida de «la importancia
de la política». aunque reconoce que «queda mucho por hacer», se considera
«optimista».
«la popularidad de Isabel consiguió acelerar el
cumplimiento de un juicio a favor de las trabajadoras», añade Raúl. «desde 2018
se nos había dado la victoria jurídica para la reincorporación de 570 empleadas
de la limpieza, sentencia que la vieja municipalidad no aplicó y tampoco la
nueva hasta que en cada intervención televisiva la compañera lo recordó. fue
entonces cuando la alcaldía empezó a cumplir con el mandato judicial», explica.
hoy, Isabel Cortez sigue trabajando como barrendera
en las calles de lima. 48 horas semanales, con un día de descanso, para un
sueldo de 1.200 soles (unos 306 euros). ya no recibe presiones de sus jefes,
afirma. presidenta del comité de lucha del sindicato, consiguió demostrar la
importancia de organizarse. de 1.050 trabajadores y trabajadoras de la
limpieza, 530 están afiliadas al sindicato. su energía sigue presente. incluso,
pudo llegar a incrementarse con la llegada de las medidas de confinamiento
debido a la pandemia de la covid-19. desde las redes sociales, sigue
mostrándose motivada para demostrar la utilidad del servicio realizado por las
limpiadoras, sobre todo en este periodo de emergencia sanitaria. en primera
línea frente al virus, «nosotras siempre estuvimos ahí, cumpliendo con la labor
-escribe en una de sus publicaciones- solo que recién muchos empiezan a darse
cuenta».