Elecciones municipales 2022: el abrazo hipócrita
de los candidatos
Es más que evidente, lo que viene ocurriendo en Carabayllo es inédito: por primera vez en la historia de Carabayllo se estaría inaugurando el gobierno de una dinastía aun cuando los cargos de alcalde no se heredan
A
estas alturas de mi vida, no me sorprende nada de lo que ocurre en campaña
electoral, pero tampoco soy tonto para no darme cuenta que en política nadie da
puntada de aguja sin hilo. En campaña
todo vale con tal de lograr votos.
Y guiado por esa premisa, en los
últimos días, un aspirante al sillón municipal de Carabayllo se ha convertido
en tendencia en las redes sociales. Se trata del hermano del alcalde de
Carabayllo, quien con su eslogan lo bueno debe continuar, pretende convertirse
en alcalde de Carabayllo.
Para
lograrlo se abraza con la gente, visita como nunca los pueblos con viviendas asentadas
sobre pircas y ubicadas en la falda de los cerros sin los servicios elementales, carga en brazos a niños pequeños, come en algún comedor popular, juega fútbol o hace cualquier otra ridiculez con tal de ganar votos.
Lo evidente es que la función circense montada con guion Paranoico
y libreto esquizofrénico solo lo veremos en campaña, algo que lo considero como
una actitud hipócrita. ¿Cuántos años tenemos viendo el mismo show? ¿Cuántas promesas
se han hecho realidad? ¿Qué hemos visto de positivo durante los años de
democracia en Carabayllo?
En octubre tendremos que ir obligatoriamente a votar, a decidir
por el futuro alcalde. Y como siempre ocurre, el slogan lo bueno debe continuar
terminara en cuento chino. Las promesas quedarán en el olvido y la nada y los candidatos
perdedores desaparecerán conjuntamente con sus promesas para después de 4 años retornar.