¿Y después de la navidad qué?
Después de los buenos deseos y otros para vienes,
despertamos y nos encontramos con la misma realidad de siempre, cientos de
miles de niños que se tuvieron que ir a la cama con el estómago vacío a
diferencia de los hijos de los políticos que rodearon a sus hijos de los
mejores y costosos regalos.
En este contexto, la navidad es muy triste para los niños
pobres en particular para aquellos que viven en la falda de los cerros.
Y es aquí en este marco cuando se revela el fiasco de la
navidad que nos vende un mundo de buenos deseos y regalos pero nada de eso llena
porque al final la navidad termina siendo un fraude.