Otra vez el
rostro del no, pero esta vez por el no al indulto del genocida
Fujimori
El genocida Alberto
Fujimori (al igual que el genocida Jorge Rafael Videla de Argentina que falleció
a los 87 años en la cárcel donde cumplía la pena de cadena perpetua por los
delitos de lesa humanidad perpetrados durante su presidencia de facto, entre
1976 y 1981) debe cumplir su pena en prisión, el indulto no le corresponde
debido a que fue sentenciado por delitos de secuestro y de lesa humanidad.
Tampoco le corresponde el indulto humanitario puesto que para acceder a este
beneficio debe cumplirse una serie de requisitos que, tampoco reúne.
EL PUEBLO vuelve a las calles y esta vez para decirle no al indulto otorgado al genocida Alberto por el Tribunal Constitucional
condenado a 25 años por delito de lesa humanidad y corrupción. Lo justo es que
Fujimori cumpla su sentencia en la cárcel consideran doce que las sentencias
deben de cumplirse y con mayor razón cuando es por lesa humanidad. Además, Fujimori
tuvo una cárcel dorada, disponía de 800 metros con todas las comodidades de
hotel de 5 estrellas.
La marcha tuvo como punto de partida la plaza San Martín y aunque tenía
como objetivo llegar hasta la sede del Tribunal Constitución, cambió el rumbo
con dirección al Palacio de Justicia. En provincias la marcha fue pacifica en Arequipa,
Cuzco, La Libertad y Puno.
Los manifestantes exigieron la anulación del fallo del Tribunal
Constitución, para que Fujimori cumpla con los 25 años como autor mediato del
asesinato de 25 personas en las matanzas de Barrios Altos (1991) incluido un
niño de 8 años que pedía no lo maten, la Cantuta el secuestro del empresario
Samuel Dyer y el periodista Gustavo Gorriti en
No sabemos cuál será el resultado de estas movilizaciones, ya que ha sido
más bien manifestaciones espontáneas que no solamente involucra a jóvenes, sino
también a sectores de clase media y estudiantes.
Lo que si es cierto es que expresan un descontento por la decisión tomada
por el TC lo cual es positivo. Es una llamada de alerta de que ya no hay una
ciudadanía pasiva.