Elecciones municipales una
millonada en publicidad electoral y nada para los pobres
En campaña todo vale. Todos cargan bebitos, todos comen ceviche, todos regalan juguetes. Todos organizan chocolatadas para los más pobres. Si pues, todo vale en campaña.Sin embargo, la ayuda no llega a los niños pobres con discapacidad excluidos del apoyo que por costumbre se dan en campañas electorales
Pasado
el circo electoral en la que todo fue promesas y promesas, volvemos a la
realidad en medio de dificultades y conflictos acumulados producto de los
incumplimientos de de ofrecimientos que terminaran en cuento chino como siempre
ocurre.
En ese
marco y contexto nos preguntamos ¿Qué hacer para que esta situación cambie
siquiera por instinto? ¿Continuar siendo un país en donde la justicia funcione
solo para los que tienen plata o influencias? ¿Un país donde cada vez hay más
pirañas, cogoteros y hampones que se disfrazan de políticos para robar a lo
grande?.
Pero lo que llama la atención y causa estupor e
indignación es la millonaria inversión en publicidad que terminarán superando
lo que como sueldo recibirán en los 4 años de gestión. Nada para los niños
pobres que viven sobre pircas en la falda de los cerros sin los servicios
elementales y que en la mayoría de los casos se van a la cama con el estómago
vacío.
Insensibilidad de quienes destinan gruesas sumas de
dinero para banquetes y chupetes, para millonarias campañas electorales, etc,
etc. Y para los niños pobres ni siquiera las migajas, pero si abundante
demagogia.
El niño pobre es la
víctima inocente que cuando crece recordará que no tuvo una satisfacción, que
no tuvo amparo, recordará la porquería que fueron sus autoridades, recordará
que los dejaron que continúen en su papel de recicladores, de vendedores de
caramelos a pesar de sus 4 o 5 años de edad y 12 horas de jornada laboral. Con
esos recuerdos los niños pobres se alinearán bien en el pandillaje,
delincuencia y drogadicción.
En esta línea, el niño pobre no
anidara en su corazón ni en su mente nada que la haga recordar una
manifestación de amor, de protección, de amparo. El niño pobre y marginado
crece indiferente, porque la sociedad, sus autoridades no le dio amor, le dio
solamente egoísmo, apariencia y falsedad. Este niño crecerá vació de valores,
resentido.
El niño pobre mira como
los hijos de los candidatos visten elegantes, con muchos cuidados, concurriendo
a colegios exclusivos. Mira como sus hijos se alimentan de manjares y están
robustos y bien vestido, y compara con su existencia de privaciones y conforme
va desarrollando reflexiona en la injusticia, en la desigualdad.