Emprendedora Victoria Cáceres la tía Vicky: De
empleada doméstica a empresaria millonaria
El Peru es un país en el que todo está por
hacerse. Las oportunidades están allí esperando por ti, así lo entendió Doña
Victoria Cáceres la Tia Vicky que decidió emprender la difícil tarea de organizar e
iniciar una empresa tal vez no solo para hacer dinero sino ante todo para
progresar.
No dudamos, que el caso que ofrecemos, pueda
permitir a muchos la oportunidad de cambio en sus vidas pues, está demostrado
que con voluntad y perseverancia lo aparentemente imposible se hace posible.
Si la opción nos es depender sino emprender,
entonces, el éxito dependerá de la propia capacidad para identificar buenas
oportunidades y de comprender que si es posible hacer de nuestras necesidades
una oportunidad de éxito como la demostró la Tía Vicky que logro convertirse de
empleada doméstica a empresaria millonaria.
Fuente: https://www.elemprendedor.ec/victoria-caceres-la-tia-vicky/
La historia del coronel Sanders, aquél hombre que tuvo
dificultades financieras durante toda su vida para, cuando fue muy mayor,
hacerse millonario con la fabulosa receta de su pollo frito. Esto es una
muestra de que la edad no es una limitante para alcanzar el éxito si se tiene
una buena idea, un sueño y las ganas de cumplirlo.
Muestra de otra
anécdota en la que la edad no es una limitante, ni tampoco la pobreza para
acceder a oportunidades de crecimiento y expansión son los de Victoria Cáceres,
mejor conocida como “Tía Vicky” o la “Reina del Whisky”, una empleada doméstica
y analfabeta que, a fuerza de trabajo, constancia y dedicación se hizo
millonaria.
Biografía
Originaria del
distrito de Ilave en Perú, Vicky Cáceres nació el año 1944. Cuando tenía apenas
12 años de edad abandonó su hogar debido a fuertes discusiones familiares. Así,
decidió viajar a Tacna en 1956, una ciudad ubicada a las orillas del río
caplina que cruza un valle del desierto costero de este país.
Para Cáceres fue
sumamente difícil conseguir trabajo debido a que era apenas una niña. Sin
embargo, consiguió un acuerdo con una familia adinerada que le ofrecería cobijo
y comida a cambio de realizar trabajos domésticos para ella. La propia Victoria
afirmaría que “No conocía una escoba. No conocía un recogedor. Cada vez que me
acuerdo yo lloro y digo: cada persona debe surgir de trabajar”.
Trabajó durante seis
años para estas personas a cambio de comida y sustento. Ocasionalmente, sus
empleadores le ofrecían dinero y pequeñas propinas para poder comprarse ropa y
productos de higiene. Cáceres, en su lugar, guardaba el dinero con un sueño:
montar su propio negocio.
Vicky era
analfabeta: no había tenido la oportunidad de cursar estudios, sin embargo, era
conocida por ser una mujer experta en el manejo de sus cuentas, que solía
llevar con lápiz y bolígrafo. Se dice que era excelente con las sumas y
multiplicaciones.
Cuando cumplió la
mayoría de edad, Vicky aprovechó sus ahorros para iniciar un pequeño negocio de
venta de limones en la plaza del mercado de la ciudad de Tacna. Con el paso de
los años y gracias a su estricto sentido del ahorro la mujer comenzó a expandir
su negocio a la venta de otros productos tales como las hortalizas y los
huevos.
En 1967 contrajo
matrimonio y tuvo cuatro hijos. En aquella época comenzó a trabajar con la
venta de licores. Con el paso del tiempo ella y su esposo comenzaron a ver los
frutos de las ganancias que generaba su negocio y con estas comenzaron a
invertir en terrenos ubicados en distintas zonas de la ciudad de
Tacna.
El primer terreno
que adquirieron costaba unos 10 mil dólares, ahorrados tras cinco años de
esfuerzo incansable. De esta forma, invirtieron otra suma cuantiosa de dinero
en la construcción de varios locales comerciales en aquella parcela, que
alquilaron a distintos comerciantes, aumentando sus ganancias y ahorrando gran
parte de ellas para posteriormente comprar una estación de servicio que ellos
mismos regentaban.
Con el paso del
tiempo y fiel al sector inmobiliario, Vicky invirtió cerca de 3 millones de
dólares en la construcción de un hotel que es considerado uno de los más
lujosos de Tacna, llamado “Hotel Victoria”, el cual cuenta con 35 habitaciones,
más de 100 camas y un parqueadero subterráneo.
En 2016 la
empresaria era propietaria de 3 hoteles de lujo, 10 locales comerciales, 4
estaciones de gasolina, varios terrenos y su siempre rentable negocio de
expendio de licores al extranjero. Ese mismo año recibió un reconocimiento de
la Dirección Nacional de Comercio Exterior y Turismo del Perú así como un
reconocimiento de la Zona Franca de Tacna.
Víctoria Cáceres falleció
el 27 de septiembre de 2018 con 74 años, víctima de un cáncer incurable. Las
enormes ganancias que dejó en vida fueron legadas a sus hijos y nietos.
Controversias y Legado
Muy a pesar de su
éxito, Cáceres ha sido señalada en el pasado por haber participado de prácticas
ilegales como el contrabando de licores al inicio de su carrera como
expendedora de los mismos.
Esto de hecho fue
reconocido por la empresaria, quien ha afirmado que se dedicó a esta práctica
no por gusto o para enriquecerse al principio, sino que lo hizo para poder
subsistir; de hecho, cada una de las botellas que vendía le generaban ganancias
de 20$ que empleaba para mantener a su familia.
Aunque después
abandonaría estas prácticas debido a toda clase de problemas que derivaron de esta
actividad al margen de la ley para ejercerla legalmente en un negocio pequeño,
aún cuando no recibía la misma cantidad de ingresos que antes.
Otra controversia
ligada a ella es que fue investigada por las autoridades por presunto lavado de
activos, sin embargo demostró su inocencia y los bienes que el gobierno había
embargado le fueron retornados.
Cáceres es otro
ejemplo claro de que la pobreza, la falta de estudios y la edad no son sinónimo
de fracaso, ni mucho menos limitantes. Gracias a su amor por el trabajo alcanzó
ser propietaria de una enorme cantidad de propiedades, así como a manejar las
cuentas de un negocio de licores valorado en más de 2 millones de
dólares.
Otro aspecto
admirable de esta empresaria fue su humildad. Muy a pesar del éxito que
ostentaba, siempre vivió de forma sencilla: de hecho su domicilio era un
apartamento sencillo junto a una de sus estaciones de servicio y era conocida
por siempre vestir de manera humilde, sin pretensiones ni lujos.
La tía vicky es nada
más y nada menos que la demostración viviente de que querer es poder. Por ello,
es recordada con gran cariño y estima en el Perú, especialmente en la ciudad de
Tacna, donde tuvo la inmensidad de sus negocios y propiedades.
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