sábado, 14 de mayo de 2022

Patricia Chirinos: congresista o palomilla adolescente jugando a la barra brava

Patricia Chirinos: congresista o palomilla adolescente jugando a la barra brava 

Siempre lo hemos dicho, lo que en teoría se conoce como parlamento, en el terreno de los hechos es una letrina habitada por todo tipo de espécimen. Un antro de toda clase de pobre diablo que se meten a la política no para defender los intereses del Perú sino para defender los intereses de los monopolios y oligopolios responsables de todos nuestros males. Esto es lo que estamos viendo en el actual congreso. Congresistas que quebrantan la ley: insultan y descalifican, demostrando falta de respeto por la integridad de quienes no piensan como ellos.

Es cierto. En el último pleno del Congreso la congresista Patricia Chirinos haciendo uso de métodos matonescos, insulto  y descalifico a los ministros  del gobierno  que fueron convocados.

Es evidente, la congresista Chirinos no olvida su condición de ex militante de la organización criminal “Chimpum Callao” cuyos lideres purgan condena por actos de corrupción y que hacían de la fuerza su razón.

La congresista patricia Chirinos debe recordar que en su condición de congresista es una persona con responsabilidades y como tal, tiene que aprender a temperar sus impulsos y controlar su lengua ya que no es una palomilla adolescente jugando irresponsablemente a la BARRA BRAVA. Además, todo lo que dice es vacío. Son cosas sin esencia lo que expresa, se alucina la adalid de la lucha contra la corrupción perro es parte de la corrupción. Ha heredado de su padre el doble discurso.

Que lamentable que el congreso cobije en su extraña personajes que no vacilan en el uso de métodos matonescos para imponerse.

Por la prrofundidad reflexiva, adjuntamos cronica publicada por el Diario UNO 

Alto al acoso político hacia las mujeres

Diarrio Uno 14-5-2022

Por CRISTINA BERAÚN

“Ancha, robusta e ineficiente es la burocracia que está carcomiendo a nuestro país. Debería ser justamente en el Ministerio de Trabajo donde se emprendan las más importantes acciones para lograr mejoras para los trabajadores”, expresó Patricia Chirinos en el debate durante la interpelación a la ministra de Trabajo, Betssy Chavez.

Un discurso político que no solo indigna, sino también exige al Congreso de la República una sanción ejemplar. Es inadmisible todo tipo de violencia contra las mujeres, principalmente en espacios políticos, donde las brechas de participación son mínimas. Además de constituir una expresión de discriminación estructural como es alegar al físico de otra mujer, este tipo de expresiones no fortalecen la práctica democrática a la que está llamada el Poder Legislativo.

La acción de la Congresista Chirinos desde el inicio de su mensaje, tiene toda la intención de ofender y criticar el cuerpo de otra mujer, desde la mesa directiva que dirigía el debate existe un silencio cómplice a esta baja práctica. Cómo se explica pasar por desapercibido una agresión verbal en pleno hemiciclo, con transmisión televisiva en vivo. Una agresión de una mujer hacia otra que es normalizada, ataques estereotipados y humillantes en un país que lucha contra los prejuicios, el clasismo y la discriminación.

Cómo les explicamos a nuestros niños, niñas y adolescentes quienes luchan contra el bullying y estos estereotipos sociales, que desde el hemiciclo se rompen las reglas de convivencia y respeto, alegando estas ofensas. Cómo les explicamos que nuestros padres y madres de la patria, hace mucho tiempo redujeron el debate a la ofensa.

Hace mucho tiempo el Congreso ha perdido el debate político respetuoso, este intercambio de ideas que debe fortalecer la democracia y participación de diversas fuerzas políticas se reduce a la alusión de fuertes calificativos, ofensas o expresiones de violencia verbal.

El Congreso deberá aplicar su propia ley frente al acoso político, Ley N° 31155, ley que previene y sanciona el acoso contra las mujeres en la vida política. Una Congresista que increpa, se burla y ofende el cuerpo de otra mujer, debe responder ante la Comisión de ética y recibir una sanción.

Los estereotipos sociales, nunca deben ser justificados en los espacios políticos.

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