Cosnoticiasperu 7/11/2021.- “Pobre presidente del Perú”.
No pasa un día sin que se pida la renuncia de tal o cual miembro de su gabinete.
Las quejas sobre sus políticas surgen una tras otra además de la abundante
critica pública a través de los medios de comunicación liderado por el Diario
El Comercio que controla el 80% de la información.
No cabe ninguna duda, hay una campaña contra el gobierno
que raya en lo patológico y como siempre, los perjudicados no es Pedro Castillo,
son los peruanos de a pie por que los poderosos
seguirán manejando el país de acuerdo a sus mezquinos intereses.
A tan solo 100 días en el cargo, Pedro Castillo, se ha
convertido en un presidente que no la
tiene fácil, como político sin experiencia (Keiko tampoco la tiene) tiene debilidades
de gestión que sostenido en sus propuestas (reforma tributaria, revisión de concesiones,
renegociación del contrasto del gas de Camisea que han generado expectativa) ha
logrado mantenerse pero no lo libra de la pretensión de la ultra derecha y el
fujimontesinismo enquistado en el Congreso que no han renunciado a su propósito
de vacarlo y no por incapacidad sino, porque su gestión pone en grave riesgo
los beneficios de los cuales vienen disfrutando los grupos de poder.
Para el director de Ciencias Políticas en la UPC, Omar
Awapara, lo que se ha visto hasta ahora, es que este es un gobierno que no ha
logrado llevar a cabo lo que hubiese querido. “El plan del Bicentenario que
habían presentado como actualización del plan de gobierno prometía una serie de
cosas que se han reivindicado en el discurso o en lo simbólico, referencias a
Camisea, referencias a la segunda reforma agraria, pero que en lo concreto no
se ha traducido en nada”, explica.
Considera que ha sido un gobierno débil, con un segundo
gabinete en menos de 100 días, y que ha perdido ministros como Héctor Béjar
(Cancillería) e Íber Maraví (Trabajo). Incluso, dando marcha atrás en varios
nombramientos, como en el caso reciente del asesor Ricardo Belmont. Añade que
es un gobierno dividido, que puede asustar por lo ideológico que es, “pero al
final de cuentas es un club”. Awapara indica que esto tiene mucho que ver con
cómo se gestó la llegada de Perú Libre a la presidencia. Vladimir Cerrón
pretendía llegar a la presidencia con su ideario, y una vez que fue excluido de
la candidatura por estar sentenciado, invitaron a último momento a alguien como
Pedro Castillo, que no comparte esta identidad.
El especialista puntualiza que es muy difícil que un
gobierno tenga logros en los primeros cien días, pero lo que se pueden ver son
señales, y lo que lo puede diferenciar, o permitir una evaluación es quién
comete la menor cantidad de errores. Algo en lo que no le ha ido tan bien a
este gobierno.
Haciendo un paralelo con gobiernos anteriores, Awapara
recuerda que Pedro Pablo Kuczynski y Ollanta Humala también tuvieron escándalos,
“pero había una expectativa que no fue desilusionada tan rápidamente”.
“Es cierto que Castillo empezó con la línea más hacia
abajo de crédito, y nunca llegó a pasar del 50% de aprobación como Humala, PPK
o el propio García. Pero en este caso la caída ha sido más abrupta, e incluso
en zonas consideradas como su bastión electoral [sur del país], ha habido una
desilusión bastante rápida y pronunciada, y que explica por qué tenemos un
presidente con 35% de aprobación en 100 días”, sostiene.
Es que en un periodo cargado de idas, venidas y confrontaciones, muchas de las que empezaron, incluso, durante la campaña electoral donde ganó por un pequeño margen a Keiko Fujimori es muy difícil sacar un balance de estos primeros 100 días de gestión.
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