EL PERÚ ES UN BURDEL
Frase pronunciada por el Dr. Pablo Macera
y que el psicólogo Baldomero Cáceres lo retrucó manifestando que se equivocaba
porque los burdeles son lugares bien organizados.
Pero, por lo que viene ocurriendo en
el Congreso ¿podemos dudar que la frase pronunciada por el mencionado historiador
ha perdido validez?
Es obvio que no. Constatarlo no es difícil,
basta con ver lo que viene ocurriendo en el mencionado Congreso que pretende un
TC a la medida de los corruptos de la política, de los dueños de universidades
que odian a la SUNEDU, de los que van a ser requeridos por la justicia
empezando por la Sra. K, del club de la construcción, de los que vienen siendo procesados
por corrupción y lavado de activos. Etc. etc. etc.
En este marco y contexto, dejar la
elección de los magistrados del TC a este congreso es como encargarle a caracol
o gringasho seleccionar el personal del INPE.
Es evidente que los inquilinos del
actual Congreso necesitan un TC a su medida, un TC que declare la
inconstitucional la "Inmunidad" recientemente aprobada para así vuelvan
a contar con "impunidad parlamentaria"...
Como lo señala Javier de Belaunde, el concurso ha sido suspendido porque
“El procedimiento de selección no fue llevado de forma
correcta en el Parlamento. Los cuestionamientos llovían por todos lados”. "El
Poder Judicial decidió acertadamente suspender el concurso de nombramiento de
los nuevos magistrados del Tribunal Constitucional ante sus notorias
irregularidades", sostiene De Belaunde, contenida en la nota periodística
que adjuntamos:
PODER
JUDICIAL DECIDIÓ SUSPENDER EL CONCURSO DE NOMBRAMIENTO DE LOS NUEVOS
MAGISTRADOS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
El Poder Judicial decidió acertadamente suspender el concurso de nombramiento de los nuevos magistrados del Tribunal Constitucional ante sus notorias irregularidades. Como bien identifica la jueza constitucional Blácido Báez en la resolución cautelar que detiene todo el procedimiento, el Congreso estaba incumpliendo las normas que se dio a sí mismo para regular la selección y designación de los tribunos. Se trata de una decisión histórica que busca garantizar el derecho (difuso) de la ciudadanía de contar con magistrados independientes, imparciales, capaces, honestos y comprometidos con los valores constitucionales.
Sucede que el procedimiento
de selección no fue llevado de forma correcta en el Parlamento. Los
cuestionamientos llovían por todos lados: políticos de distintas tendencias, la
prensa, entidades especializadas, organizaciones internacionales, diversos
sectores de la ciudadanía y expertos. Y es que la lista de falencias es
contundente. Recordémoslas. Se ignoraron los aportes acertados de la ciudadanía
al proyecto de reglamento del concurso, se aprobó un reglamento con errores
graves como calificar con nota la solvencia e idoneidad moral en vez de
constatar si se tiene o no, se excluyó arbitrariamente a candidaturas y se
suspendió y quebró el procedimiento durante meses (motivo por el cual algunos
candidatos renunciaron). A ello hay que sumar lo visto en las últimas semanas:
entrevistas impertinentes y poco rigurosas a los candidatos y el otorgamiento
de puntaje sin cumplir con dar justificaciones ni publicarlas.
La decisión cautelar de
suspender el procedimiento se da dentro del proceso de amparo iniciado por el
abogado Walter Ayala. Se trata de una orden bajo responsabilidad, no de una
recomendación. Es propia de un Estado donde existe control entre los poderes y
no se permite la arbitrariedad ni que un órgano, así sea el Congreso, se exceda
en sus funciones violando derechos.
MIRA: (Opinión) Recambio en el JNE
Por más que los
congresistas pongan el grito en el cielo, lo cierto es que nombrar al TC bajo
estas condiciones los iba a arrastrar innecesariamente a una controversia
pública mayor, dañando su imagen y afectando la agenda que deben cumplir en estos
últimos días de mandato. Se les ha tirado un salvavidas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario