2022 AÑO QUE NACE SIN ESPERANZA PARA LOS SIN TRABAJO Y LOS MÁS NECESITADOS
A
pocas horas de finalizar un año y empezar uno nuevo, lo que enfrentamos es un
panorama oscuro producto de una crisis sanitaria dentro de una crisis política económica
social promovida por la ultra derecha y el fujimontesinismo golpista.
En
este contexto, es evidente que el año 2021 ha sido el año del despojo marcado
por los incumplimientos, la corrupción, la impunidad y las mentiras a costa del
medio ambiente, del patrimonio cultural y de los trabajadores y las
trabajadoras.
1.
En el plano político ha destacado la
sumisión incondicional de un congreso servil vasallo de los grupos de poder y si algo hay que destacar es que en los 5 meses de gestión no ha cumplido con
su función legislativa dedicándose en todo ese tiempo a sabotear la gestión del presidente Castillo
con el único objetivo de generar las condiciones para lograr su vacancia y así recuperar
el poder perdido en las urnas.
2.
En el plano económico ha prevalecido
una política congresal dirigida a sabotear las reformas planteadas por el
ejecutivo impidiendo el crecimiento económico producto del sabotaje a las reformas
planteadas por el ejecutivo impidiendo el crecimiento económico, crecimiento que significaba
que el Estado podría lograr un crecimiento de 12 mil millones de soles anuales y que gracias al congreso solo recaudara 1.200 millones de soles anuales.
3. En el plano social gracias al sabotaje de las reformas planteadas por el Ejecutivo por parte del congreso aumentara el desempleo, no se podrá logar mejorar la Seguridad Social, ni el incremento de los salarios, así como la eliminación de derechos laborales y sociales. Como era de esperarse, la labor del congreso se ha destacado por una mayor desigualdad social, el aumento de la pobreza, la ausencia de políticas fiscales encaminadas a repartir más equitativamente el crecimiento económico.
En suma, el año que comienza no parece que vaya a
mejorar, apuesta por mantener las políticas que nos han conducido a esta
situación que no resulta, porque reducen el consumo y nos conducirá a un
creciente desempleo y por lo tanto, aumentará la desigualdad y pobreza.
La situación actual no admite ni apuestas políticas
formales o de corte institucional, ante la terrible realidad social que están
viviendo millones de desempleados, jóvenes, desahuciados, personas
dependientes, discapacitadas, pensionistas, empleados públicos...etc.
El creciente malestar social debe canalizarse sin
demora en términos políticos de acuerdo con las reglas de la democracia y eso
requiere apostar por una decidida política de Estado.
Resulta imprescindible que se supere los problemas,
sobre todo cuando el actual congreso está empeñado en buscar la vacancia
presidencial.
No debemos perder de vista que se está produciendo
una fuerte y generalizada respuesta a la “clase política”; en este sentido, tenemos
los peruanos la responsabilidad de demostrar- con hechos- que todos los
políticos no son iguales, dejando en evidencia las medidas de un torpe congreso
que está poniendo en grave riesgo la democracia y que carece de soluciones en
perjuicio de los más débiles al margen de la realidad social.